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bienvenu(es)sur le blog du projet Marseille/Valparaiso, un projet de l'association Passages de l'image  (Marseille, Nîmes) et de NegPos (Nîmes). Ce projet a bénéficié à son origine du soutien financier de la Région Provence Alpes Côtes d'Azur et de celui logistique du Conseil National de la Culture et des Arts du Chili.

 

bienvenid@s al blog del proyecto fotográfico Marsella/Valparaiso, un proyecto de la asociación Passages de l'image  (Marseille, Nîmes) y de NegPos (Nîmes).  Este proyecto beneficio a su origen del apoyo financiero de la Region Provence Alpes Côtes d'Azur y de una ayuda logistica  del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes del Gobierno de Chile.

                                                     

 

27 avril 2013 6 27 /04 /avril /2013 13:49

SOMBRAS PORTEÑAS

 

Foto por Oscar Wittke.


    "Sombras porteñas" invita a un Valparaíso personal, síntesis de un vínculo que se inicia hace más de treinta años, cuando Óscar Wittke descubrió, al mismo tiempo, el puerto y la fotografía. Ésos son los temas de la serie que comentamos. Si la fotografía es, como afirma Susan Sontag, una especie de talismán con la que se pretende tomar posesión, o, más modestamente,contactarse con la realidad, Wittke entiende la tarea de una manera literal y táctil: la mano del fotógrafo se entromete, proyectándose en el encuadre para tocar las cosas y para decir con el cuerpo "estoy aquí y desde este ángulo veo". Todos hemos sido el amateur que sin darse cuenta deja el dedo sobre el lente y aprieta el obturador. Wittke explora ese descuido y lo amplifica con cuidado: la mano entera se aparece, ya sea amenazante, abstracta o juguetona. Además, con el gesto se exhibe la fácil manipulación que permite el medio digital, explorándolo en su revés literal: intervención de los dedos.

     En la serie, sin ninguna excepción, la mano está siempre en sombras. Es una negra mancha fantasmal y plana sobre la profundidad de la foto, una presencia que se impone aunque provenga por completo de otra parte; en fin, una indicación que señala que sólo hay luz y sombra y que su emanación constituye a la fotografía. Una vez que se comprueba esto, podemos empezar a ver como contrastan las formas redondeadas de los dedos en negro con el color brillante de los planos angulosos. Como el contraste nos enseña a distinguir que el Valparaíso que se quiebra al encaramarse a los cerros es sólo fuga oblicua de líneas --del cableado eléctrico, sus sombras, del rayado de las calles, de bordes, cornisas, veredas,marcos de ventana y rejas-- multiplicadas en sombras. No hay para que mostrar ascensores y escaleras. Basta hacer aparecer la trama, tensa y sorprendente, de los planos desnivelados. El esplendor pobre del puerto se revela como juego de diagonales y resplandor de luz y sombra. A la otra cara de la ciudad, donde se concentra su rico linaje comercial marítimo, se alude en la única imagen-joyade la bahía. Las grúas portuarias con el navío británico "James Cook"--cuyo nombre de explorador imperial invita a asociaciones históricas-- relucen enormes entre los pequeños botes remolcadores y las lanchas de paseo.

     Si el fotógrafo quiere meterse en la foto, el motivo de la sombra se extiende, como si brotara de su mano, hacia los objetos de la ciudad. La señalética del triángulo invertido "Ceda el paso" se transforma en otra extraña presencia que marca el desequilibrio de una urbe patas arriba. Puede ser que el país mismo esté al revés, como sugiere la imagen de las banderas chilenas sobre el frontis de un antiguo edificio (foto del pendón), que parecen haber sido colgadas mal o estar saliendo proyectadas desde el edificio mismo. Son banderas anómalas en un plano nclinado que se le viene encima a la mano enorme que lo intenta contener.

     La serie se enfoca en exteriores que se ven extrañamente despoblados. En una ciudad en la que se superponen diferentes estilos y tiempos, el fotógrafo descubre consonancias formales entre el óvalo de un farol, una torre semicircular en el fondo, y una guirnalda redonda balanceándose del cableado; los colores riman y se conjugan por su lado. La presencia humana se constituye al cederle el paso a sus huellas: en la creatividad de un colgado de ropa primoroso e improbable, el misterio de las ventanas abiertas hacia un interior inaccesible, la precariedad de la belleza de latas y maceteros y muros deslavados, en la tristeza de unos perros enmarcando simétricos una casa sin número. De la gente, se ve apenas su sombra, aunque con el detalle revelador de las pestañas de un ojo que mira hacia abajo. A primera vista, la imagen del niño saltándose escalones frente a un edificio verde parece la documentación de un trompe l'oeil urbano, como si un pintor callejero hubiera decidido sumarse a la riqueza de colores y formas de la arquitectura que se extiende hasta en las cerámicas de la vereda, para pintar una figura que se escapará del marco. Son la ciudad y la fotografía los que provocan trucos de visión, como este niño que juega suspendido peligrosamente en el aire.

    A la ilusióndel tiempo alude la foto del trolley verde, cuyo costado en primer plano casi oculta el perfil de otros buses iguales que se alinean en fuga, perdiéndose. Al que está más lejos se sube un niño solo y doblemente pequeño, tomado de la mano de alguien que queda fuera del encuadre. Veo aquí una alusión biográfica: a la niñez solitaria de Wittke que los trolley antiguos traen al presente, al hijo de ahora al que se le puede mostrar el pasado de uno, y cerrando un círculo, a los juegos de la infancia cuando proyectábamos en la pared figuras de sombras con las manos.

    Hay sólo dos imágenes de interiores. En la primera, vemos el cielo azul a través del reticulado en sombras de unas ventanas con números que se recortan a contraluz. Los números están desordenados, 8 - 4 - 7, 6 - 1 - 9, fuera de serie. Hay una incongruente ampolleta prendida y el todo resulta abstracto y enigmático, como queriendo decir que pretender imponerle un orden rígido al exterior sería inútil. En la segunda, la sombra del índice indicador señala el camino desde el interior (inaccesible, improcedente) hacia el azul luminoso, al que se llega pasando a través del entramado de la cúpula de vidrio del edificio del mercado cuyas las líneas diagonales hacen juego con el puerto que tocábamos, de la mano de Wittke.

    Mire y ceda el paso a lo que viene de una dirección inesperada y verá Valparaíso por primera vez en esta serie de fotografías.


María Luisa Fischer,                                                                                                               

Hunter College of the City University of New York, octubre, 2008.


Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke.
Foto por Oscar Wittke. Catálogo 3er Fotoamérica 2008.
Foto por Oscar Wittke. Pendón Expo 2008.

 

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